En ePinto nos gusta contar gestas de pinteños que recorren el mundo para demostrar cual es nuestro verdadero ADN. En esta ocasión os traemos la historia de nuestro vecino Miguel Ángel de Galdo, quien hace unas semanas logró hacer cima del mítico Mont-Blanc, en los Alpes. Una montaña con una altura oficial de 4810 metros, siendo el punto más elevado de todos los países que conforman la Unión Europea.

Nuestro pinteño, criado en el mítico barrio de las chimeneas, siempre le llamó la atención la montaña. Es un asiduo al trail alpino, una de sus grandes pasiones. Una inoportuna lesión le privó de correr una de las carreras de montaña más impresionantes del mundo, el Ultra-Trail de Mont-Blanc (UTMB® Mont-Blanc). Competición que se disputa en los Alpes y atraviesa Francia, Italia y Suiza. Este hecho hizo que, junto a su amigo Juan, se plantearon la expedición hasta la cima del Mont-Blanc.

Un cambio de planes que sirvió para tocar el cielo.

Su aventura comenzó a principios de 2021. Siempre con permiso del COVID,  Miguel Ángel de Galdo, dio inicio a todos los preparativos que le llevaron a coronar cima el pasado sábado, 28 de agosto.

Una lesión me privó de correr carreras de larga distancia, como habituaba a hacer. Por ello, y aprovechando que teníamos el viaje reservado, nos marcamos el reto de ascender el Mont-Blanc. Un reto que poco a poco se ha convertido en realidad”, relata a ePinto nuestro protagonista.

Su decisión final fue ascender directamente desde la estación del tren cremallera del Nido del Águila (2373 metros), hasta la cima del Mont-Blanc, que se sitúa a 4810 metros. Es decir, un desnivel de 2500 metros. Una experiencia al alcance de muy pocos.

Aunque su primera idea no era completar la expedición en tan solo un día, Miguel Ángel y Juan se encontraban con fuerzas y decidieron continuar hasta la cima. Una opción que, como el propio De Galdo reconoce, se elige rara vez debido a su exigencia física y al frío extremo de la noche.

Aunque las condiciones fueron excepcionales durante gran parte de la ascensión. En el tramo final y durante la primera parte del descenso, tras hacer cumbre, entraron las nubes y aumentó notablemente el viento, lo que complicó la ruta debido a que ser fueron borrando parte de las huellas que marcaban el camino”, rememora Miguel Ángel.

Pero nuestros “guerreros” no se dieron por vencidos y finalizaron la proeza sorteando todas la vicisitudes que la jornada les deparó en su aventura. “Valoramos hacer noche en el refugio Vallot, pero finalmente conseguimos llegar al de Gouter, aunque un poco fuera del horario marcado”, comenta a ePinto De Galdo.

Una sensación inigualable, que depara nuestros objetivos.

Llegar a la cima es una experiencia increíble. Plenitud. Poder vivir esa soledad de estar a 4810 de altura. Allí solo. Una sensación muy difícil de explicar. Es algo que se lo recomiendo a todo el mundo. Se ve la vida desde otro punto de vista. Desde otro prisma”, reconoce Miguel Ángel tras ascender una de las montañas más altas de Europa.

Tras una larga charla donde pudimos casi vivir in situ su ascensión al Mont-Blanc, tocó el turno para hablar del futuro y sus futuros proyectos. Después de vivir la experiencia de subir 4810 metros, su objetivo es seguir descubriendo el cielo y poder tocarlo con sus propias manos. “A corto plazo, por su holografía y su cercanía, queremos intentar la ascensión del Monte Toubkal (4167 metros) en Marruecos. Si hablamos a un medio-largo plazo nuestro objetivo es más ambicioso. Queremos planificar la ascensión al Chopicalqui (6355 metros), que está situado en Perú. Pero para este proyecto tenemos que ver la posibilidad de buscar patrocinio porque los costes se disparan y es complicado. Aunque esperamos que salga adelante porque es un reto muy interesante”, confiesa nuestro vecino pinteño sobre sus próximos proyectos.

Desde ePinto queremos poner en valor esta gran gesta del pinteño Miguel Ángel De Galdo, que aunque él afirme que no es nada extraordinario, debemos reconocer que no todo el mundo se enfrenta a un reto de este gran calado tras tener que dejar las carreras de montaña de larga distancia.

Un ejemplo de superación, que vuelve a poner en relieve el ADN pinteño: sacrificio, constancia y tesón. Ingredientes que vienen bajo el brazo de todos los pinteñ@s al nacer.

¡Enhorabuena Miguel Ángel y esperamos seguir contando tus hazañas deportivas en ePinto!

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