Menos mal que ya hemos llegado al mes de agosto, ahora toca ir de fiestas por mi pueblo. Os dejo el programa. ¡Tela molinera!, siete días, siete trasnoches, vamos a acabar como el difunto Pernales. Un aperitivo: Macrodiscoteca todos los días de las fiestas de Pinto…  

Como preludio de las fiestas patronales se jugó la XXIII maratón de fútbol sala, 936 jugadores inscritos y 88 equipos participantes. ¡Así eran las maratones de antaño! Multitud de espectadores que acudieron a cada uno de los partidos de este tradicional torneo. En categoría senior el campeón fue el equipo de Decoraciones Punto, que posaban felices y contentos con su trofeo conseguido. En categoría femenina el campeón fue Viviendas Cebrisán; en cadetes, Titos.com; en infantil, Atlético Blues, en alevín, Zape y en benjamín, Adyc Pinto.

Cartel de la Fiestas de Pinto 2004. Foto: J.J.L.C.

Pero vamos con las fiestas: El cartel es coqueto. Uniendo trazos vas viendo los detalles, el toro, el saxofonista, una perspectiva de un edificio singular de Pinto… No he conseguido saber quién lo ha diseñado. 

9 de agosto

No sé cómo vamos a hacer para acudir a todos los actos previstos, si a las nueve de la noche horas abre la macro en las pistas del Pablo Picasso, y a la misma hora es la misa. Y a las nueve y media es el pregón, a todo no llego. Bueno, siendo sincero a la misa, como que no iba a ir, no por nada, ¡eh! Que se respeta la espiritualidad, confesión o fe, de cada quien.  

El pasacalles de las peñas es un clásico de las fiestas de Pinto. Foto: J.J.L.C.

A las ocho de la tarde nos unimos al pasacalle de las peñas. “¡Qué bien lo pasamos, chico!”, “¡Qué jolgorio!”. Algunos ya iban un poco pasaditos. Y eso que el recorrido era desde el parque Egido hasta la Plaza del Ayuntamiento. La muchachada se reúne una vez más en la plaza para escuchar (lo pongo en duda), si preguntas que ha dicho el o la pregonera de cada año, casi nadie presta atención. Cada uno va a lo suyo, menos yo, que voy a lo mío.

María José Suárez fue la protagonista del pregón de las Fiestas de Pinto aquel año. Foto: J.J.L.C.

El pregón: Ves encima del balcón a los prebostes dirigentes locales y a una mujer alta, ojos color miel, pelo castaño oscuro. Fue miss España de 1996, María José Suárez. Bueno, en estos tiempos, es suficiente con la ineludible belleza de María José. Tampoco es que la vecindad le ayudase estando en silencio absoluto escuchando su pregón. Era obvio que iba a ser acallada por la plebe de peñistas pinteños. “La Suárez”, ya la llamamos así (los pinteños cogemos confianza enseguida. La es artículo de escoba que diría mi padre) estuvo amable, simpática, espléndida y transmitió calidez. Suficiente para nosotros que somos unos gañanes. Las peñas, supieron dar la nota, pero estuvieron contenidos, no hubo demasiados energúmenos diciendo obscenidades ni hubo excesivo palabrerío soez, que ya estamos en el siglo XXI.

Terminado el pregón, entre el gentío vestido de camisetas coloridas y con mensajes divertidos, la mayoría. Posteriormente nos encaminaos hacia el templete, para ver el Festival de bandas de música. Estuvimos un rato, no mucho, la verdad, porque nos marchamos al recinto ferial a escuchar a la orquesta Paradise, un clásico de nuestros días. Atracciones, verbena, casetas para beber y comer, música pachanguera pero bailable… Bueno, pues esto es lo que ha dado de si el primer día.

10 de agosto

¡Guau! ¡Qué fuerte! Después de bebernos el agua de los charcos en la macrodiscoteca y bailar como ramas al viento, oyes, que nos apuntamos a ir al auditorio a ver a la triunfita Chenoa. Pues, qué quieres que te diga. Me gustó la chavala, digo, cantando, no estuvo mal, se nota que es de allende los mares. Tiene personalidad, la tía. Es poco más o menos como yo, así como que corta de estatura. Buen concierto. Esto empieza de verdad. Ahora a la macro, y ya no contamos más, que luego to se sabe.

11 de agosto

Hemos dormido poco, esta noche fue larga, o más bien el día será corto. Nos hemos levantado a almorzar sobre las cuatro de la tarde. Nadie nos ha chistao. A los padres los tenemos domaos, no pueden con nosotros, así que hoy a la macro un ratito y luego a coger sitio en el auditorio, que tocan los maestros, Víctor Manuel y Ana Belén. Estuvieron como siempre, elegantes, amables, se nota que tienen gancho y escuela para ganarse al respetable. Muchas mujeres, viendo el concierto, eso está bien, así nos vamos conociendo unos y unas. Pasamos por el recinto, a cenar fritanga, así a lo bestia, mucho calimocho y sangría, escuchando a la orquesta La Clave Show, que estuvieron bien, sin más. Nos retiramos hacia la macro otra vez, a seguir bailoteando.

12 de agosto

Hoy directos al concierto, que toca el chaval de los Serrano y Al salir de clase, Fran Perea. No soy mucho de su estilo, pero llenar, llenar, llenó. Eso se lo reconozco. Y estuvo correcto, bien, ligerito, como la orquesta Santiago, muy aseaditos con sus trajes tipo barman de coctelería, que te dan ganas de pedirles un daiquiri, o un mojito. La noche en la macro estuvo movida, algunos gamberros que liaron lo suyo. Tontos hay en todos los lados, qué se le va a hacer.

13 de agosto

Actuación de mis amiguetes en la macro, ja, ja, ja. Les dio por ir a la pista a bailar a todo tren, bastante drinki se tomaron y de ahí a ver al chaval rumbero, Antonio Orozco, que canta así tipo Triana. Lleno, pero lleno hasta la bandera de Pinto. Chico, no cabía nadie. Tenías que ir de lado para avanzar. Bueno, como los demás días de la fiesta. Mucho ambiente y después, nos subimos a todas las atracciones posibles en el recinto ferial. Nos gastamos casi más cuartos que en las copas. Pero nos divertimos como chiquillos. Hasta nos pusimos a tope con la orquesta Casabianca, que es un remedo de la película de H. Bogart pero que lo veo yo el nombre como un poco rancio o de anuncio publicitario vacacional, más que el nombre de un grupo musical. Y conste que está bien escrito: Casabianca.

14 de agosto

Tuvimos que madrugar porque a las dos de la tarde, en la Plaza había festín de pólvora. La mascletá, una copia barata de la de Valencia, a mí no me gusta tanto ruido, pero la chavalada se lo pasó de miedo. Pasamos por la macro, más ruido para no variar. Luego al concierto, Mago de Oz, música dura, heavy, rock, música celta, lo tienen todo. Gustó mucho, o eso creo, porque yo no entiendo mucho de música. Eso sí, ruido, que no falte. Nos acercamos al recinto ferial y entre el retintín de la feria en la tómbola de “¡qué alegría, qué alboroto, otro perrito piloto!”  y el bingo callejero, “¡han cantado línea!”, se te queda ese soniquete que te dan ganas de abandonar corriendo la verbena para huir de tanto ruido y tanto gentío. Ná, eso te dura un minuto. Al rato ya estás en las casetas de la feria pidiendo un chupito y un pincho moruno. Total, sabes que vas a acabar viendo y escuchando el espectáculo piromusical en el lago del parque. Y después jarana con la orquesta Montesblancos. Digo yo, ¿de dónde sacan esos nombres las orquestas musicales?

15 de agosto

No querías ruido, pues ahí tienes, otra vez a madrugar, que te han despertao las peñas en la ventana de tu casa, con la batucada del Frente Malabar. Hoy si tiene mérito que nos hemos acostado hace una hora y ya estamos otra vez en pie. A las dos de la tarde, otra mascletá (y, ¿para qué tanto ruido?). A las ocho de la tarde fuimos al fútbol, que jugaba el Atlético Pinto contra el Leganés, en el Torneo Villa de Pinto, ganamos y de ahí a la macro, que no falte, y la actuación de la Orquesta Shaft (no digo na del nombrecito). Y a ver el fin de fiesta, con ruido de la pólvora, claro, lo llaman castillo de fin de fiesta. ¡Esto, esto, esto es todo amigos!

Posdata: Hubo gymkhana, deportes tradicionales, carrera de barcas y concurso de caricaturas para las peñas, y encierros y novilladas para los taurinos, y animación, teatro y magia, para los más pequeños.
Deportes, también: las XII horas deportivas, el torneo de tiro, y el partido de presentación del Atlético Pinto.  

José Juan López Cuchillo.

El Rincón de Cuchillo (ePinto)

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