El fuerte viento del pasado miércoles 11 de agosto, 20 años después de su inauguración, dobló completamente la escultura del desaparecido artista Amadeo Gabino.
La escultura, situada en la rotonda donde convergen las calles Cataluña, Antonio López y la Avenida de las Artes, da la bienvenida al barrio de La Tenería. Está realizada con la técnica del acero cortén y en los últimos años presentaba una importante inclinación producida por la acción del viento, que finalmente ha terminado por doblarse por completo.
Gabino trabajó en esta obra con chapas de notable espesor, realizando un exquisito ejercicio de “metaloflexia”, una papiroflexia metálica que partiendo del círculo como forma germinal, corta, abre y dobla y pliega, hasta conseguir un atractivo resultado tanto por la precisión de los procesos aplicados sobre el metal, como por la elegante sencillez de sus formas geométricas. Es un cuerpo que sugiere formas orgánicas en expansión, al doblegar un material tan complejo como el acero inoxidable. El volumen se construye a base de movimiento con alas cóncavas y convexas que brotan de un núcleo central, cortadas y soldadas con una precisión industrial. Cada capa es un velo donde se nos invita a levantar, con la sospecha de que nos conduzca al vacío. Las escamas o pétalos que conforman la obra de Gabino hacen –para Eduardo Westerdahl, un connubio con el paisaje a base de reflexiones. No es un espejismo, es una nueva versión de la naturaleza. Sería una “celeste armadura”, en palabras de Manuel Vicent, que da entrada al barrio de La Tenería.
Su inauguración
El 8 de agosto de 2001 se inauguró en Pinto la urbanización del nuevo barrio de La Tenería con la presencia del prestigioso pintor Antonio López, que da nombre a la avenida principal del barrio. Con el descubrimiento de una escultura de Amadeo Gabino en la rotonda de entrada al barrio, se dio el pistoletazo de salida a la construcción de las nuevas viviendas. El barrio de La Tenería, situado al norte del casco urbano, está dedicado a las Artes, siendo los artistas españoles contemporáneos los que dan nombre a sus calles.
El Autor
Amadeo Gabino Úbeda, valenciano nacido en 1922, era hijo del escultor Alfonso Gavino. Además de escultor, era pintor y grabador. Sus comienzos fueron asistiendo a su padre en su taller de escultura. Posteriormente su formación se realizó en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia entre 1939 y 1944 y, fue completada con becas oficiales en otras ciudades europeas como Roma, Milán, París, Hamburgo y Amsterdam y también en Nueva York gracias a una beca concedida por la Fundación Ford, logró forjar, alrededor del metal y la radial, una personal forma de hacer y entender la escultura bajo un lenguaje esencialmente volumétrico.
A partir de la superposición de chapas de metal recortadas en formas circulares y concéntricas, concebidas a modo de collages, que tan pronto se acercan a Brancusi como a Henry Moore, Amadeo Gabino consigue vincular la fragilidad y la fuerza, la ligereza y la gravedad en un mismo orden de cosas.
Comenzó sus primeras esculturas dentro de la figuración realista, realizando desnudos femeninos en bronce. Posteriormente, a partir de los años sesenta, experimenta un giro hacia el constructivismo abstracto, creando un estilo personal, por el que es conocido internacionalmente. Esta escultura pone de relieve el peso y la ligereza de las formas, que nos evocan a las esferas del espacio. Un personal collage de chapas de metal recortadas y superpuestas a modo de corazas, donde crea una nueva verdad matérica.
Amadeo, que iba a ingresar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando al día siguiente de su muerte, acontecida en junio de 2004, está considerado uno de los grandes renovadores de la escultura junto con Chillida, Pablo Serrano o Martín Chirino.