La historia del pinteño Francisco Javier Hernández Alonso es la historia de una persona que ha demostrado que todo es posible. A base de trabajo y sacrificio se convirtió en una leyenda del kárate mundial, logrando tres veces ser subcampeón del mundo y en ocho ocasiones se coronó como el mejor karateka de Europa, entre otros grandes reconocimientos. Unos logros al alcance de muy pocos deportistas.

Tras abandonar el deporte de élite, Javier Hernández comenzó a practicar triatlón, una modalidad deportiva muy exigente que requiere tener un nivel óptimo en carrera a pie, natación y ciclismo. Un nuevo reto aparecía en la vida del deportista pinteño, que actualmente ejerce como director del gimnasio Mirasur Sport Club y continúa con la formación en el mundo del kárate en el propio centro deportivo.   

Un sueño hecho en realidad

Desde que dejó el deporte de alto nivel y comenzó a competir en triatlón siempre tuvo un sueño, competir en el Campeonato del Mundo de IRONMAN que se disputa en Kona (Hawái). Un reto que a priori es muy complicado debido al gran nivel que existe en la prueba más importante del mundo si hablamos del triatlón y por el coste que supone poder competir en el distrito norte de la isla hawaiana.  

Con el paso de los años, el pinteño ha logrado mantener un nivel deportivo muy alto, logrando muy buenos resultados en cada una de las categorías en las que ha competido. El gran premio llegó el pasado 10 de julio, Javier Hernández lograba la mínima exigida para ir a Kona en el Triatlón de Vitoria. El sueño se tocaba con los dedos. Ahora tocaba seguir entrenando y rezar para que las lesiones respetaran.  

Tras certificar su presencia en la prueba internacional, el triatleta pinteño, junto a su familia y entorno más cercano, se afanaron en lograr los cerca de 8000 euros que le iba a costar la aventura de su vida, competir en el IROMAN más duro del mundo. Un lugar donde se dónde se iban a dar cita unos 4000 deportistas de todo el mundo tras tres años de ausencia, 160 de ellos españoles. Cabe destacar que solo los mejores pueden competir es la meca del triatlón, el IRONMAN de Kona. Por ello, la organización es muy exigente con los tiempos mínimos que deben acreditar los deportistas para tener acceso a la inscripción.  

Javier Hernández, “el hombre de hierro”

Llegó el momento. A principios de octubre, nuestro vecino se desplazó desde Pinto a Hawái junto a su mujer Isabel, su mayor apoyo desde que llegó a su vida. Por delante varios días para entrenar, aclimatarse y recuperar sensaciones, tras unas pequeñas molestias, que incluso llegaron a hacer peligrar su presencia en Kona. Pero las ganas e ilusión hicieron acto de presencia para que Javier tomara la salida en su categoría (grupo de edad de 50-54 años) a las 7:35 horas (hora local) desde el popular “Kailua pier”.

Por delante 3860 metros a nado en mar abierto, 180 km en bicicleta y para finalizar un maratón de 42,2 km corriendo. Sin duda, una prueba solo acta para deportista con una gran preparación y como dijo John Collins en 1978, en busca de “el hombre de hierro”.

Tras una competición muy buena que tuvo lugar el pasado jueves, 6 de octubre de 2022, el triatleta pinteño, que portaba el dorsal 2327, finalizó la prueba en 11 horas, 15 minutos y 50 segundos. Unos registros muy bueno viendo la dureza de la prueba. Tras cruzar la línea de meta y todavía visiblemente emocionado analizó con ePinto como había vivido la competición: “Las sensaciones de la carrera han sido muy buenas tanto en natación, que es la primera prueba que se realiza. Hemos salido unas 780 personas a la vez, pues os podéis imaginar como son esos primeros metros hasta que se estira el grupo. Muchos golpes hasta que hemos llegado a la claraboya, pero he nadado muy bien y estoy bastante satisfecho de este primer tramo. Luego la bicicleta ha sido muy dura porque ha hecho mucho aire. De hecho, aquí una de las características es el aire. Sumado a la humedad y el calor hace que la prueba en bicicleta se convierta en más duro de lo que a priori pueda parecer. Para finalizar, la carrera a pie ha ido mejor de lo que esperaba, aunque he preferido ser conservador porque llevaba casi un mes sin poder entrenar porque tuve una rotura en el cuádriceps de la pierna izquierda y no pude preparar esta parte de la carrera como me hubiera gustado inicialmente. Pero, en definitiva, he hecho muy buenos ritmos y las sensaciones durante toda la carrera han sido muy buenas.  

Como comentábamos anteriormente, el sueño de Javier Hernández siempre fue poder desplazarse hasta Kona para vivir la experiencia y poder finalizar el IROMAN más duro del planeta: “La experiencia de poder venir a Kona (Hawái), que es la meca del IROMAN de triatlón, es increíble para los deportistas que nos dedicamos a hacer IROMAN, porque ya de por sí es muy difícil el poder clasificarte y una vez que está aquí disfrutar de esta carrera es lo máximo sobre todo por el espectáculo que montan los americanos, la organización, los voluntarios, el público volcado con los deportistas es una pasada y hay que vivirlo en primera persona porque se disfruta mucho más de lo que te puedes imaginar”.   

Llevo practicando IROMAN desde hace diez años y venir aquí a Kona, para los que practicamos esta modalidad deportiva, es lo máximo, sobre todo porque es el Campeonato del Mundo. La magia que tiene esta isla, por su simbolismo y su tradición con el IROMAN. Por ello, vivir esta experiencia es lo máximo para un deportista. Y aunque ya es muy duro el día a día de entrenamientos, el sacrificio que tienes que realizar, para poder venir aquí hay que clasificarse y yo creo que todos los que practicamos IROMAN soñamos con poder venir aquí, pero primero es muy difícil a nivel deportivo poder clasificarte y segundo, el alto coste que tiene hace que muchos deportistas no puedan poder estar aquí”, reconoce Javier que poco a poco va asimilando lo que acaba de vivir.

El camino ha sido muy complicado. Compaginar los duros entrenamientos con la dirección del gimnasio Mirasur Sport Club y su familia. Sacar tiempo para poder buscar financiación, donde ha tocado a todas las puertas inimaginables e intentar cuidarse para que ninguna lesión hiciera añicos su sueño: “La mayor dificultad es el tema económico para poder participar en Kona. Si no llega a ser por la ayuda que me ha brindado el Colegio Mirasur creo que no podría haber participado, porque los altos costes que tiene el viaje y la inscripción son muy altos. Solamente he tenido el patrocinio del Mirasur School y TetraSOD. Además, me han ayudado con material Abus y Decathlon. Gracias a esta ayuda hemos podido venir a Kona a competir”.

El futuro está aquí

Aunque nuestro vecino Javier ha cumplido uno de los sueños de su vida, nos cuenta desde la isla de Hawái sus próximos retos y objetivos. “Los próximos objetivos que tengo pasan por volver a competir en el IROMAN de Vitoria el próximo mes de julio, porque con las infraestructuras que tiene es más sencillo mover a toda la familia. El poder llevarte a los niños y a la familia a un sitio y a otro es muy complicado y tienes que estar buscando alternativas para poder dejarlos con la familia. Sumado a tener que buscar un lugar para los perros. Y aprovecho para agradecer mucho a los amigos que se han quedado con los nuestros durante este viaje y si no fuera por ellos, no hubiésemos podido venir. Por ello, hay que organizarse mucho y bien porque se hace todo muy complicado, reconoce Javier.

Para finalizar, el deportista pinteño quiso compartir con ePinto uno de los momentos más emotivos que ha vivido durante la carrera en Kona. “Actualmente mi sueño se ha visto cumplido al clasificarme para el Campeonato del Mundo de Kona. Además, haber podido participar y finalizarlo es una experiencia inolvidable. He podido comprobar la dureza de la prueba, pero llegar a la meta y escuchar en Hawái la mítica frase: “You are an Iroman”, ha sido muy emocionante. Una experiencia increíble y un gran logro deportivo cumplido”, confesó Javier Hernández, que, aunque el cansancio hacía acto de presencia durante la charla con el equipo de ePinto, quiso compartir con toda su familia, amigos y todos los vecinos y vecinas de Pinto haber logrado competir en el Campeonato del Mundo de IROMAN en Hawái y el orgullo de llevar el nombre de Pinto hasta el Pacífico Norte.

Javier Hernández se ha convertido en otro de nuestros vecinos, que vuelve a demostrar que, con trabajo, sacrificio y constancia, somos capaces de lograr grandes metas. Un ejemplo más del ADN made in Pinto y un nuevo hito para el deporte pinteño.  

¡Enhorabuena Javi!  

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