Fotografía: Chalauras Imagínate

En pleno corazón de Pinto, arropado por los árboles del emblemático parque del Egido de la Fuente, se alza desde hace ya tres décadas un rincón muy especial: el Templete de Música. Inaugurado en junio de 1995, este singular quiosco no solo ha servido de escenario para innumerables actividades culturales, sino que se ha convertido en un símbolo del compromiso del municipio con el arte, la música y el espacio público de calidad.

Una idea con historia

La tradición de los templetes de música tiene raíces en el siglo XIX, cuando proliferaron en jardines y parques como pequeños escenarios al aire libre para conciertos populares. Pinto decidió recuperar ese espíritu y hacerlo suyo con una visión moderna y respetuosa con su entorno. Así nació el Templete del Egido, una obra encargada por el Ayuntamiento y diseñada por los arquitectos Carmen de Juan Martínez y José Luis Jiliberto Herrera, quienes supieron conjugar tradición, funcionalidad y belleza.

Una arquitectura con alma

El templete se asienta sobre una plataforma circular de 9 metros de diámetro y 1,50 de altura. Ocho soportes dobles componen un octógono que sostiene una elegante cúpula rebajada. Su diseño, inspirado en el célebre templete del Retiro de Madrid, permite una apertura visual que conecta con el paisaje del parque y crea una atmósfera íntima entre el artista y el público.

Construido con materiales nobles y bien pensados, combina hierro con estética de roblonado, cerrajerías ornamentales y una cubierta interior de madera de teca que mejora la acústica. El exterior, forrado en cobre, ha ido adquiriendo con los años ese característico color verdoso que lo funde con el verde del entorno, como si siempre hubiera estado ahí.

Mucho más que un templete

Durante estos treinta años, el templete ha sido el corazón cultural de muchas celebraciones en Pinto: conciertos de bandas, espectáculos teatrales, recitales, actos escolares y actividades para niños. Ha visto pasar generaciones, y en él han tocado desde artistas locales hasta agrupaciones invitadas. Pero también ha sido un lugar de encuentro, de juego, de charla a la sombra o refugio improvisado en los días de lluvia. Su versatilidad lo ha convertido en parte viva del día a día del parque y de quienes lo visitan.

Un aniversario para celebrar

Este mes, al cumplirse tres décadas desde su inauguración, el Templete de Música del Egido sigue siendo un espacio querido, útil y hermoso. No ha envejecido; ha madurado. Y con él, ha crecido también la sensibilidad de Pinto hacia la cultura y el valor de sus espacios públicos.

Fotografía: Chalauras Imagínate

Treinta años después, el templete continúa cumpliendo con su misión: acercar la música y el arte a todos los vecinos. Y lo hace con la misma elegancia serena con la que fue concebido, recordándonos que, en ocasiones, la arquitectura no solo se construye con hierro, madera y cobre, sino también con emociones, recuerdos y convivencia.

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