Asier Rubio Martínez, un joven de 24 años que ha vivido toda su vida en Pinto, acaba de alcanzar un logro impresionante: se ha posicionado en el puesto 96 de más de 12.000 aspirantes en la convocatoria MIR 2024. Este resultado le permite elegir la especialidad de Cardiología y comenzar su residencia en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Su historia es un testimonio de dedicación, esfuerzo y apoyo familiar que merece ser conocida y celebrada.

Raíces firmes en Pinto

Asier ha crecido y vivido siempre en Pinto, un entorno que ha sido crucial en su desarrollo personal y académico. Su infancia y adolescencia transcurrieron de manera tranquila, disfrutando de actividades como montar en bicicleta y asistir a las fiestas locales con amigos. El Colegio Mirasur fue su hogar académico desde los primeros años hasta su graduación en 2016, un lugar que describe con mucho cariño. “Siempre han estado pendientes de mí, apoyándome y fomentando mi curiosidad”, recuerda Asier con gratitud hacia sus profesores, destacando a Laura Torrejón, Paqui Polo y Sonia Armela como figuras influyentes.

Además, Asier fue parte activa de la vida deportiva local, jugando al baloncesto tanto en el Colegio Mirasur como en el Pintobasket. Este deporte contribuyó a construir una sólida red de amistades que han sido fundamentales en su camino.

Un viaje universitario de Excelencia

La decisión de estudiar Medicina en la Universidad Autónoma de Madrid fue el resultado de una reflexión profunda. Aunque no lo tuvo claro desde pequeño, en Bachillerato descubrió su pasión por las Ciencias de la Salud y su deseo de ayudar a las personas. “Medicina cumplía los requisitos que podía tener y ofrece una amplia variedad de profesiones distintas, incluso dentro de una misma especialidad médica”, explica.

Durante su etapa universitaria, Asier destaca la importancia de socializar y trabajar en equipo. Hizo grandes amigos y aprendió mucho de sus compañeros, especialmente durante las prácticas en hospitales. “Las primeras veces que tienes contacto con pacientes y personal de salud realmente te muestran lo que es la Medicina”, comenta. Concha Peiró, una de sus profesoras, le brindó el apoyo y la confianza necesarios para enfrentar los desafíos universitarios.

Preparación y triunfo en el MIR

La preparación para el MIR fue intensa. Asier se apoyó en una academia especializada y en sus compañeros, con quienes resolvía dudas y se animaban mutuamente. “La parte importante era saber descansar, gestionar el tiempo y las fuerzas, y apoyarse en la gente que te rodea”, afirma. Su enfoque en la calidad del estudio por encima de la cantidad fue clave para su éxito.

El momento de conocer su gran resultado en el MIR fue de incredulidad y alegría. “Recibir el cariño de todo el mundo y poder terminar el proyecto que comencé hace siete años en algo que quería mucho, hacer Cardiología, fue increíble”, comparte con emoción.

Un futuro prometedor en la Cardiología

Asier comenzará su residencia en Cardiología, una especialidad que describe como la más completa y fascinante. Le atrae la variedad de labores que puede desempeñar, desde procedimientos de intervencionismo hasta consultas y análisis de imágenes. Además, Asier sueña con realizar una tesis doctoral y dedicarse a la docencia e investigación universitaria, combinando su pasión por la práctica médica con la enseñanza.

Aunque se ve ejerciendo en un centro grande en Madrid, Asier no olvida la importancia del apoyo que ha recibido de su familia y amigos. “Sin el apoyo de la familia sería imposible. Los amigos también han sido clave para seguir adelante en los momentos más difíciles”, reconoce.

Un mensaje para los jóvenes con grandes sueños

Asier es consciente de los desafíos que enfrentan los jóvenes con grandes sueños y aspiraciones. Su consejo es claro: “Que luchen por ello, que se apoyen en la gente que tienen a su alrededor y que no se decepcionen ante posibles fracasos. Con empeño, ilusión y esfuerzo se puede lograr todo lo que se propongan y ser feliz, que es lo principal”.

Su historia es un recordatorio de que, con el apoyo adecuado y una dedicación inquebrantable, es posible alcanzar grandes metas. Asier Rubio Martínez no solo ha demostrado ser un estudiante brillante y un futuro médico prometedor, sino también un orgullo para Pinto, el lugar que lo vio crecer y al que siempre llevará en su corazón.

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