Cuando eres un tierno infante que sueña con ser un gran deportista escuchas muchas frases que tratan de infundir ánimo, esperanza, burlas, afrentas, … todo tipo de emociones que a veces halagan y otras muchas ofenden.

No deberías dejarte llevar por la narrativa, pero eso aún no lo sabes. «Ánimo, muchacho, esto recién empieza«. No entiendes por qué te dice eso sí has perdido el partido, la carrera o el combate… Léase cualquier disciplina deportiva. Ya entenderás que se aprende más de la derrota que de la victoria.

Algunos jóvenes atletas tiemblan antes de dar un gran salto o sienten angustia esperando el comienzo de la carrera de velocidad, que tanto tiempo llevan preparando. Desconoce que sufren lo mismo que él los que compiten contra él. Seguramente todos ellos se levantaron doloridos después de tanto entrenamiento, pero son apuestas de futuro. 

Hay trenes que perderán una y otra vez, y rara vez el sueño perseguido se cumple, pero levantar los brazos al cielo por un gol de campeonato, una carrera victoriosa, un punto de set triunfal o una jugada de ajedrez magistral, significa que ha empezado el resto de tu historia. Para otros será tarde, la edad y la trayectoria les hizo perder su oportunidad

Admiro a quienes nunca ganaron nada y ven la vida alegremente, por acabar el reto propuesto, por terminar exhausto, pero felices de haber competido y del arrojo, ánimo y valor demostrado. Cuántos hay a los que la vida no les dio los frutos del esfuerzo. Dicen que lo importante es participar. Es el recurso que te queda. Será cierto entonces que haber participado mereció la pena.

La vida pasa por tu cabeza cuando concluye tu pasión deportiva. A más de uno se le apagaron las luces y comenzaron a llorar. Trata de recordárselo a los más jóvenes cuando tú no lo seas tanto. Atrás quedan los problemas. 

Quizás un abrazo de los que te quieren es la mejor medalla y récord que obtendrás. Esa familia, amigos y rivales que muchos años después siguen compartiendo contigo tapas, cañas, sonrisas y lágrimas. 

José Juan López Cuchillo.

El Rincón de Cuchillo (ePinto)

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