
Si preguntamos por el “footgolf”, estamos seguros de que la mayoría de nuestros lectores no sabrán de lo que estamos hablando. Es más, debemos reconocer que en ePinto tampoco sabíamos de lo que se trataba hasta hace un tiempo, que comenzamos a ver a un par de vecinos colgando videos y fotos en sus redes sociales mientras practicaban footgolf.
Entre ellos se encontraban nuestro querido Raúl Pacheco y Emilio Peñafuerte, uno de los jugadores referente de footgolf, una modalidad que combina el fútbol y el golf, y que cada día tiene más adeptos a nivel mundial.
De árbitro de Pinto al mundial de Acapulco 2026 de footgolf

Emilio Peñafuerte Uceda es pinteño de pura cepa, de la generación del 78 y criado en el mítico barrio de Buenos Aires. Como “pinteño de toda la vida (PTV)”, “Emi”, como popularmente se le conoce, ha desarrollado toda su vida en nuestro municipio y actualmente reside muy cerquita del domicilio familiar, ya que para él «la familia es un pilar fundamental en su día a día«.
Es muy conocido por la comunidad futbolera pinteña. Ha practicado varias disciplinas deportivas antes de pasarse al mundo del arbitraje, donde fue árbitro de fútbol, fútbol 7 y fútbol sala durante más de 15 años en las ligas sociales de Pinto. Todo un clásico del arbitraje local como los ilustres Arsenio Fidalgo, Antonio Ortiz, José Suazo, Antonio Muñoz padre e hijo o Marino Díaz.
Actualmente, compagina su vida personal con su labor profesional como responsable de logística de la empresa Schunk Ibérica, situada también en Pinto. A todo ello, se suma su pasión por el footgolf, donde en apenas cuatro años se ha convertido en uno de los mejores jugadores a nivel nacional, con opciones de ser uno de los miembros de la selección española en categoría senior, que acuda al próximo Mundial de footgolf, que se disputará en junio de 2026 en Acapulco (México).
De una casualidad a jugar en la selección española de footgolf

Lo que comenzó con una invitación de su amigo Raúl Pacheco, también pinteño, a él y a Diego “Rati”, para probar un deporte que no conocían, ha acabado con un campeonato de Madrid en 2024 y convertirse en una pieza clave en la clasificación de la selección española para disputar el Mundial del próximo año.
“La verdad es que fue toda una casualidad. En 2021, Raúl (Pacheco), nos invitó a mi y a Diego a probar a jugar al footgolf. Ya sabes, que a mi el fútbol me encanta y ahora que dejé de jugar pues vi en el footgolf una forma de continuar enganchado de una manera diferente al deporte. Fue tal el enganche, que comencé a jugar más asiduamente y nos apuntamos a jugar una liga que había en Madrid, Castilla – La Macha, Castilla León y Extremadura. Fue el inicio de una aventura que espero que continúe con la posibilidad de disputar el Mundial en Acapulco del próximo año”, narra Emilio Peñafuerte a ePinto.
Tras ese inicio casi por casualidad, un año más tarde comenzó a disputar el Campeonato de España, un torneo que se disputa por campos de golf de toda la geografía española, habilitados para la práctica de esta modalidad deportiva.
El pinteño continúo creciendo deportivamente y en 2024 se coronó como campeón de Madrid de footgolf. Un reconocimiento que le situaba como uno de los mejores jugadores del panorama nacional y la llamada del combinado nacional este mismo año para disputar el torneo clasificatorio para ir al Mundial, que se disputó en el mes de junio de este mismo año en Hungría.
El objetivo, disputar el Mundial de footgolf 2026 en Acapulco (México)

Poco a poco, Emi ha ido subiendo de nivel y actualmente es uno de los jugadores más completos del panorama nacional. El torneo clasificatorio celebrado en Hungría, donde España finalizó en la primera posición, logrando la ansiada clasificación para el Mundial, le ha catapultado para ser uno posibles jugadores que forme parte de la selección española senior.
No obstante, no es tan sencillo el camino de nuestro vecino Emi para poder ir a Acapulco. Uno de los hándicaps que tiene este deporte es las dificultades para financiarse. Este hecho provoca que todo o casi todo salga de su bolsillo y, en ocasiones, cuadrar las cuentas es un verdadero desafío para la economía doméstica del pinteño.
“El footgolf es un deporte humilde, aunque nació en Holanda en 2008. Es cierto que cada vez tiene más repercusión y visibilidad, sobre todo en redes sociales donde hay una gran comunidad a nivel nacional e internacional. Pero el apoyo económico todavía está muy lejos del que reciben otros deportes y la mayoría de los costes los tenemos que afrontar los propios jugadores”, reconoce Emilio sobre las principales dificultades que tiene el practicar esta modalidad deportiva, que auna la destreza del fútbol y la precisión del golf.
Por este motivo, Emilio está en plena campaña para dar visibilidad a este deporte y lograr que las instituciones públicas y el sector privado apueste por el footgolf: “Es muy importante lograr que las instituciones públicas a todos los niveles y las empresas vean al footgolf como un deporte en desarrollo y con una gran capacidad de crecimiento en todos los niveles. Cada vez somos más los jugadores que practicamos este deporte y para nosotros es esencial que nos apoyen para continuar creciendo tanto a nivel cualitativo como cuantitativo. Van a ser esencial para que España pueda presentar a un equipo competitivo y demostrar que en nuestro país hay grandes jugadores”.
Emi tiene claro que no va a parar hasta poder lograr la financiación y sueña con volver a representar a España y a Pinto en alguna cita internacional: “Está claro que para mí es un reto. Espero lograr un patrocinador o alguna empresa que quiera apostar por esta aventura del footgolf y así poder volver a vestir la camiseta de España«.

Emilio Peñafuerte quiere demostrar que nunca es tarde para luchar por ser campeón del mundo. En su caso, en un deporte tan curioso y desconocido como el footgolf, que cada día gana más adeptos. Actualmente se desplaza a la localidad toledana de Illescas, donde entrena para llegar a la cita mundialista en el mejor estado posible, mientras disputa la Superliga Central y torneos nacionales por todos los rincones de la geografía española.
Un ejemplo más del ADN pinteño, donde el trabajo, la constancia y el sacrificio son la base de los éxitos cosechados por Emi y, sobre todo, los que están por llegar.



