En este artículo vamos a analizar la historia de seis calles; Ecuador, El Salvador, Costa Rica, Nación Dominicana, Perú y República Argentina.
Para conocer su historia nos tenemos que remontar a 1946, fecha en la que la ONU trataba el tema de España. Entre mayo y junio de aquel año el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas llegó a las siguientes conclusiones unánimes después de estudiar la situación política de España:
El régimen de Franco era de naturaleza fascista, y fue impuesto al pueblo español por la fuerza en gran parte con la ayuda del régimen nazi de Alemania y el régimen fascista de Italia.
Franco ayudó a las potencias del eje enviando a la División Azul contra la Unión Soviética y apoderándose de Tánger en 1940 violando el estatuto internacional.
En la resolución 39 la Asamblea General de la ONU recomendó que el gobierno de Franco fuera excluido como miembro de los organismos internacionales establecidos por las Naciones Unidas y de la participación en conferencias u otras actividades que pudieran ser emprendidas por las Naciones Unidas hasta que se instaurase en España un Gobierno nuevo y aceptable.
Además afirmaba que si en tiempo razonable no se había establecido en España un gobierno que respetara la libertad de palabra, de culto y de reunión y que efectuase prontamente elecciones donde el pueblo español, libre de intimidación y violencia, pudiese expresar su voluntad, la Asamblea recomendaba a todos sus miembros que retirasen inmediatamente a sus embajadores y ministros acreditados en Madrid
Esta resolución fue aprobada el 12 de diciembre de 1946 y contó con el voto a favor de 34 países, entre los que se encontraban Bélgica, Chile, China, Estados Unidos, Filipinas, India, Irán, México, Noruega, Polonia, Reino Unido, Suecia, Unión Soviética o Venezuela.
Y tuvo el voto en contra de seis países: Argentina, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Perú y República Dominicana.
El pleno municipal del Ayuntamiento de Pinto del 21 de diciembre de 1946 se acordó “su adhesión más sincera y entusiasta” al Caudillo del Ayuntamiento de Pinto. Asimismo se acordó “por aclamación dar el nombre a una vía pública a cada una de las naciones hijas de España que defendieron a la Madre Patria”, como “testimonio elocuente de la gratitud, afecto y simpatía que por su gesto valiente se han hecho para siempre acreedoras”. Estas calles fueron “El Salvador, El Ecuador, El Perú, Costa Rica, La Argentina y la Dominicana”, según consta en el acta plenario.
De esta manera la calle de la Concepción, camino que conducía a la ermita del mismo nombre que desapareció en torno a 1827 pasó a denominarse calle de Costa Rica.
La calle del Corralón, que hacía referencia al corral de una casa-matadero, que era utilizada como tal durante las fiestas taurinas que se celebraban en la plaza de la Constitución, pasó a adoptar el nombre de calle de Ecuador.
Un tramo de la calle Botica Vieja, que no tenía denominación propia, pasó a llamarse calle El Salvador.
La calle de la Silla, llamada así porque en ella había un poyo circular de piedra, en la esquina con la calle Coronados, en la que se sentaban habitualmente los vecinos a descansar y charlar, pasó a denominarse calle Nación Dominicana.
La calle conocida como calle del Pasadizo, por la existencia de un corredor que cruzaba por encima entre la hoy Casa de la Mujer Rosario de Acuña y la casa de la taberna. A esta calle también se la conocía como Arco de la Virgen. Desde aquel acuerdo a esta calle se la denomina calle de Perú.
La calle conocida como calle Raso de Rodela, según consta en el plano de 1858, cambió de nombre por la calle República Argentina.
En acuerdo de 1 de agosto de 1951 se aprueba la factura de “Casa Negro” por valor de 229,50 pesetas por las seis placas de calles en hierro esmaltado, fondo azul con letras blancas para las calles de “El Salvador”, “El Perú”, “El Ecuador”, “Costa Rica”, “Argentina” y “Nación Dominicana”.
El 9 de abril de 1954, con motivo de la inminente inauguración de la nueva Casa Consistorial, se acuerda adquirir seis azulejos finos, de la Escuela de Cerámica, para las calles Naciones Hispánicas por 1.200 pesetas. Algunas de estos azulejos siguen presentes en nuestras calles 66 años después.