¡Vaya día el de ayer! Me sentí como si hubiera retrocedido al año 1991. Fue un déjà vu, ¿eso ya lo he vivido yo?

De repente me vi como más vital, con más energía, como si tuviera menos de treinta años. Debía de ser en agosto, porque hacía mucho calor y había cantidad de gente por la calle, y eso solo ocurre cuando son fiestas en Pinto. Me entraron ganar de recorrer el pueblo. Era, efectivamente viernes, 9 de agosto, y, no sé por qué, acabé yendo a ver una exposición en el Centro Municipal de Cultura, el que estaba dentro del colegio de las monjas de San José. Cuando salí de allí, al entrar en el Paseo de Dolores Soria, unos gentíos de personas acompañaban a un pasacalle de la Molécula Díscola y el desfile de bandas que terminó en la playa del ayuntamiento pinteño. ¡Estuvo divertido! Un tío estaba charlando desde el balcón de la plaza, debía ser esa persona al que llaman pregonero. Al rato ¡qué susto! Un chupinazo, y alguien gritó: “¡Empiezan las fiestas!”

Repuesto de la sorpresa, me dejé conducir por la marabunta de personas que iban al fútbol. ¡Qué raro! Si el Atlético Pinto no juego hoy. ¡Amigo! Era un concierto del hijo del famoso payaso Emilio Aragón, del mismo nombre, Emilio Aragón, obvio. No sé cómo ni por qué, acabé tomando una coca-cola, con cantidad de amigos y conocidos en el recinto ferial, que estaba entre las calles Jarama, Bonalla y Valdemoro, (hoy, Parque de José Crespo), escuchando a la orquesta Terciopelo en el corazón del Barrio Buenos Aires. ¡Naninonino naninoná, naninonino, naninoná, naninonino, naninoná!

El sábado, 10 de agosto, continuaba soñando seguramente, había espectáculos de títeres y atracciones, en el Parque del Egido, y a las diez de la noche, música flamenca de dos mujeres del grupo Dos Generaciones en el Patio del Centro de Cultura. Me gustó ese toque flamenco. Y nos dirigimos poco antes de las once de la noche, ¡Tachán! al campo de fútbol, a escuchar al increíble José Luis Perales. Nos sabíamos todas sus canciones, así que acabamos roncos. Después, jaraneo, en el recinto ferial con la orquesta Brújula, hasta las dos y media de la mañana, yendo para acá y para allá.

El domingo, 11 de agosto, fue más tranquilo, ya no estaba uno para fiestas. Muchos sueños dan sueño. La cantante de nombre folclórico, Mari Pepa de Chamberí, le daba al cante en el patio del centro de Cultura. Eso a las diez de la noche, que luego, ¡otra vez! al campo de fútbol municipal que estaba más lleno que viendo al Pinto en todo el año. Empezaba la actuación del grupo Fuera de Serie, como teloneros y el grupo de moda Modestia Aparte, como actuación principal. Mal no lo hicieron, modestia aparte.

Lo siento, pero el lunes, 12 de agosto, tocaba descansar de tanto jiringoneo, solo fuimos al campo de fútbol para ver a… Manolo Escobar. No éramos mucho de escuchar canciones de este personaje folclórico, pero modestia aparte, estuvo bien. Pa casa, eso sí sin encontrar el carro de Manolo, que mañana había más. 

El martes, 13 de agosto (martes trece, da repelús), nos topamos en el parque Egido con actuaciones infantiles, malabares, magia y payasos. Un clásico, vamos. A las diez de la noche, sin cenar, vimos El zorro y las uvas, una obra de teatro en el centro de cultura, así en minúscula. A las once, otra actuación, esta vez de pop-rock, Quitanieves Smitth (os juro que se escribe así) y Puntos Suspensivos, en el campo de fútbol dándole giros al cuello y moviendo la melena de un lado a otro, que es como se baila este tipo de música, la basca estuvo escuchando por-rock ¿cómo te quedas?

El miércoles, 14 de agosto, como repetían obra de teatro, me fui directo al campo de fútbol o campo de musicales, porque ¡vaya semanita! Un grupo con nombre nostálgico, La Década prodigiosa. Bueno estuvo bien, te animan. Al menos la marcha daba para ir al recinto ferial, a bailar con la Orquesta Casablanca, sin Humphrey Bogart, por supuesto. ¿El cierre de fiestas? el clásico.  Fuegos artificiales, ¿qué esperabas?

El jueves, 15 de agosto, repetía ¿quién? La obra de Teatro El zorro y las uvas. ¿A qué hora? A las diez de la noche, y sin cenar nosotros, por supuesto. A la misma hora (pueblo dividido) una velada musical (os juro que lo anunciaban así) Humor con Miguel Caiceo y la artista hija de la Faraona, Lolita. Por cierto, hubo otra traca de fin de fiestas, cosas de los dirigentes municipales, fuegos artificiales dos por uno. Curiosidades y chismorreos: El alcalde era Carlos Penit, el concejal de Cultura, Antonio Fernández. ¿Qué te parece? No lo soñé. Duraron menos, juntos, que los Milli Vanilli.

También hubo actos religiosos, reconozco que no fui a ninguno, pero te puedo decir los sacerdotes: Antonio Arnedo, Jerónimo Nieto, Luis Martín, Enrique Fernández. Y toros, encierros (con recomendaciones, para no ser toreado), corrida de toros (José Antonio Campuzano), novillada y becerrada popular.

Por supuesto, el deporte también tuvo su momento fiestero: La maratón de fútbol sala, a la que nos apuntamos los amiguetes, no llegamos a La final, nos faltó o a lo mejor nos sobró, fiesta. Fue del 10 al 19 de julio (previa) y las finales del 27 al 28 de julio (noche y día) y el XIII Torneo de Tenis social (o ranking como era popularmente conocido). Las 12 horas de sala fueron el 3 de agosto de 8:00 a 22:00 horas. Ahí ganaban todos algo, eran tres juegos, voleibol, balonmano y baloncesto. Y petanca, ¿quién no ha jugado alguna vez?  Pues, yo, curiosamente. La natación era en la flamante Piscina municipal, los días 5, 12 y 15 de agosto. Y la pesca, obviamente en Pinto, no. Fue en el embalse de Alarcón. Estuvimos a punto de ir mis amigos y yo a pescar, porque salían a las 3,30 horas de la madrugada hacia el embalse y como el que no quiere la cosa, la basca andábamos por allí.

Desperté del sueño vivido, como en la serie de los Serrano, así, con un final insípido, ¿Para esto tanto bombo? Los 90 fueron años en los que los pinteños salíamos más que el camión de la basura, como dice Leo Harlem y las fiestas estaban por lo general muy bien.

Bueno, adiós, me voy a dormir, nos vemos en otro episodio.  

Fotos de Archivo Municipal y José Juan López Cuchillo.

José Juan López Cuchillo.

El Rincón de Cuchillo (ePinto)

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí