Comenzamos hoy una serie de artículos que nos ayudaran a tener un mayor conocimiento sobre nuestra Torre de Pinto, el monumento más importante de nuestra ciudad.

El nombre “Torre de Éboli” es una nomenclatura moderna, únicamente utilizada en nuestra reciente etapa democrática, ya que históricamente siempre se ha llamado Fortaleza o Torre de Pinto.

El escudo de la fachada oriental

En los muros de la Torre de Pinto destacan tres escudos que se conservan en buen estado.

Hoy nos detendremos en el escudo situado sobre la ventana del primer piso de la fachada oriental, la que observamos desde la calle Maestra María del Rosario.

Se trata de un escudo labrado en piedra con dos calderas u ojivas con asa colocadas en palo, es decir, superpuestas, la una sobre la otra. Tiene labradas y gringoladassus asas con dos cabezas y cuellos de sierpe a cada lado. El escudo tiene una orla con ocho siluetas de armiños.

Significado

Las calderas pertenecían en el siglo XV a diversos linajes importantes, como son Lara, Pacheco, Herrera y otros tantos. El escudo es similar a las armas de los Guzmanes, también usadas por las familias de Lara, Manríqueo Pacheco. Quizá pudiera tratarse del escudo de Pedro Pacheco, marqués de Castrofuerte.

Las calderas en heráldica designan riqueza, poder, opulencia, abundancia; circunstancias o cualidades cuyo conjunto se designó con la expresiva palabra rico-hombre. Hombres ricos, capaces de mantener a mucha gente de guerra, que era lo que más importaba en aquellos tiempos de trastornos y disturbios, guerras y batallas contra los sarracenos. Por tanto, las calderas eran antiguamente la marca del rico-hombre de España y su origen venía del pendón y las calderas que los reyes daban por insignia a los caballeros a los que hacían rico-hombres y grandes del reino. En los jaqueles se simbolizaban las batallas, y en los linajes que los ostentaban en sus armas, recordaban que habían sido fecundos en esforzados y valerosos capitanes.

La orla de armiños puede ser indicio del linaje en cuestión. La orla es una pieza honorable que presenta la forma de filete que tiene una anchura igual a la duodécima parte de la latitud del escudo. Los armiños son un símbolo de pureza, fidelidad y dignidad.

Las sierpes o serpientes son la representación de la pureza. Simbolizan el esfuerzo bélico y sus principales cualidades son el arrojo, la prudencia, la perspicacia, la fortaleza y la serenidad.

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