Tal día como hoy, pero de 1885, se celebró en Pinto la ceremonia de colocar la primera piedra de una iglesia que se iba a construir junto al Colegio de niñas huérfanas de San José.
El rey Alfonso XII anunció su visita, pero finalmente no pudo asistir delegando en el gobernador civil de Madrid, Raimundo Fernández Villaverde, su presencia. En la tarde del 25 de junio de 1885 el obispo de Lugo, D. Gregorio Aguirre, bendijo la primera piedra de la capilla.
El nuevo prelado dio principio a la ceremonia religiosa con una hermosa plática alusiva al acto, e inmediatamente el gobernador de Madrid, Raimundo Fernández Villaverde, gratamente conmovido, expresó en frases elocuentes el alto honor que le cabía al representar en ocasión tan solemne a S.M. el rey Alfonso XII, y el vivísimo interés que al jefe supremo de la nación le merecían el pueblo de Pinto y el Asilo de niñas huérfanas.
Inútil es consignar la satisfactoria impresión que estas palabras causaron en el ánimo de la superiora y en el de todos lo que se interesaban por el bien y la prosperidad de un establecimiento como el que tenía Pinto, que tan admirables resultados venía dando en favor de la orfandad desvalida. Dichas las preces del pontifical romano y bendecido el numeroso concurso por el reverendísimo prelado, el Sr. D. Manuel García Menéndez, fiscal eclesiástico y visitador general de la diócesis de Madrid, dio las gracias en nombre de la superiora del asilo, al señor obispo por la predisposición que había tenido de ejercer acaso el primero de sus actos pontificales en tan humilde casa, y al señor gobernador de la provincia por el brillo y realce que su valiosa representación daba a la ceremonia que allí les reunía. Al acto también asistieron una comisión de la Diputación provincial y gran número de particulares. El alcalde de Pinto era D. Estanislao Pérez Díaz-Cuerva. Tan solo unos días más tarde, el 1 de julio, tomaría posesión del cargo de alcalde D. Pedro Rubín de Celis. La población de Pinto ascendía a 2.230 habitantes.
En el acto de la primera piedra también se suplicó a las almas caritativas que gracias a sus donativos levantaron la iglesia con ayudas de fondos y financiación.
Un ejemplo de la arquitectura neomujéjar
La iglesia de San José se construirá en un año, inaugurándose el 5 de julio de 1886. Es un notable ejemplo de arquitectura neomudéjar, constando de una única nave longitudinal.
Lo más destacado es su fachada alineada con la del convento destacando en altura. Está dividida en dos cuerpos. El primero acoge la puerta principal en arco de medio punto adornado con un alfiz de ladrillo en esquina. Una doble cornisa entre la que corre un pequeño friso como de triglifos y metopas obtenidos por ladrillos en resalte separan los dos cuerpos. El segundo cuerpo presenta tres vanos rectangulares coronados por un complejo alfiz mixtilíneo. La fachada asciende por unos motivos escalonados organizados sobre parejas de modillones y el conjunto se corona con una espadaña, constituida por pilastras y rematada en forma escalonada, a modo de eco del resto de la fachada. Toda ella es de gran elegancia caligráfica, con sutiles juegos de resalte de elementos sobre el plano de la misma dentro de un tono general de sobriedad y gusto por el ángulo recto.
