En estos días, y tras una pandemia por medio, que ya miramos desde la lejanía, los pinteños y pinteñas estamos celebrando la semana grande de nuestra querida villa, las fiestas de Pinto en honor a la Virgen de la Asunción 2023. Por delante, nos quedan dos días de conciertos y el esperado espectáculo piromusical en el parque municipal. Atrás han quedado la vuelta de los encierros, muy populares entre jóvenes y no tan jóvenes del municipio. Con un actor principal como han sido las peñas, que este año han vuelto a hacerse notar dando colorido y alegría durante cada jornada. Además, este año con un programa muy atractivo para todas ellas.
Pero sin duda, si había alguien que dejaba su sello de identidad en el coso taurino año tras año, ese era nuestro querido “Betis” con su látigo. Una figura ligada a Pinto desde que uno tiene uso de razón.
Y es que, en los prolegómenos de la suelta de los primeros astados, Antonio Barreda, “El Betis”, cogía su pintoresca bicicleta repreta de cachivaches y se desplazaba desde la Plaza de la Rábida, donde vivía, hasta la plaza portátil que se solía colocar en la calle Pablo Picasso, para amenizar la espera de los asistentes, con los primeros rayos del sol de fondo. Un latigazo, y otro, y otro más. Así hasta que un intrépido intentaba emular, sin mucho éxito, las hazañas de uno de los vecinos más populares y más querido de Pinto.
Pero lamentablemente, el 8 de mayo de 2016 nos dejó nuestro querido Antonio Barreda, conocido por todos como “El Betis”. Un vecino que nos deleitaba con su afición por el equipo verdiblanco y su amor a Pinto. Desde su kiosco, situado en frente de la estación de Renfe de Pinto, junto a la actual para de taxi de Pinto se convirtió en uno de los vecinos más entrañables y simpáticos de nuestro pueblo. No era extraño verle por las calles de Pinto montando en su bicicleta con su característico transistor. Y siempre ataviado con su gorra del Betis. ¡Qué recuerdos!
Un Pinto muy verdiblanco
Desde muy pequeños todos hemos conocido a este singular vecino por regentar unos de los kioscos más famosos de nuestra localidad. Un kiosco diferente y muy especial. Cromos, globos, piruletas… da igual lo que fueras a comprar que siempre estaba “El Betis” con su gorra del equipo verdiblanco, su particular forma de hablar y su bicicleta inconfundible. Además, nunca le faltaba su entrañable sentido del humor que alegraba hasta los días más nublados.
Su pasión por el equipo sevillano era más que reconocida. De ella venía su sobrenombre. No se perdía ni un partido de los verdiblancos. Finidi, Stosic, Merino, Alfonso, Joaquín, Denilson, Ureña o Cañas. Se conocía a todos los jugadores que habían jugado en el club de sus amores. Sin duda uno de esos aficionados de los que no quedan. Betis y Pinto, sus dos pasiones.
En estas fechas que estemos celebrando las fiestas patronales de Pinto, no podía faltar nuestro pequeño homenaje y recuerdo a un vecino que escribió su nombre en la historia de nuestro pueblo. Un vecino muy entrañable, que supo alegrarnos las fiestas y la vida con su inseparable látigo y esa alegría que desprendía por los cuatro costados.
Todavía recordamos los miembros del equipo que formamos parte de ePinto, el gran recuerdo que vivimos aquel día que le visitamos en la plaza de la Rábida de Pinto, donde residía. Allí mismo, hablando con él, entre anécdota y anécdota, quiso bajar de su casa el mítico látigo, que solía utilizar en todas y cada una de las fiesta de Pinto. Sin duda, un recuerdo que recordamos cada año con mucha alegría y emoción.
Por cierto, hoy debuta en la Liga 23/24 el Betis de sus amores, visitando el campo del Villareal. Mientras continúan las peñas disfrutando de un día de piscina por todo lo alto, nuestro vecino Antonio Barreda “El Betis”, ya tiene preparada su bufanda y su inconfundible gorra para animar a su equipo. Genio y figura
¡Viva Pinto! ¡Viva la Rabida! Y ¡Viva el Betis manquepierda!
P.D: Desde ePinto queremos mandar un abrazo enorme a toda la familia, a la que tenemos un especial cariño.
