El 15 de octubre de 1963, se inscribe en la extinta Federación Castellana de Fútbol, el Club Atlético de Pinto. Gracias a Manuel Naranjo, Antonio López “Tito”, Rufino López Cabello, Miguel Vázquez, José Luis Sevilla, Juan Manuel Díaz, Coto, Cipriano, José Sánchez Chaves, Adolfo, Emiliano Fuelles, José Cárdenas, Manuel Lebrón, Adolfo Ávalos, José Luis Jordán, Félix “Pamela”, Miguel Larrosa, Manuel Santurce, que acompañaron a la genial, valiente, atrevida y competente Amelia del Castillo, y al grupo de personas, presidentes, directivos, técnicos, jugadores, personal auxiliar… que dieron continuidad al Club Atlético de Pinto, hasta el día de hoy, y que dentro de poco cumplirá 60 años. 60 años junto a todos nosotros, junto al municipio de Pinto.  

Mi padre, Félix, me contaba, a su manera, la historia del Pinto, (como casi todos lo hemos llamado), y, sobre todo, la historia particular de nuestra querida “Meli”, como la llamaban por entonces de forma cariñosa. Siempre quise conocer a esa mujer que en las fotos aparece entrenando a los jugadores, como hacían los entrenadores (hombres) que de chavales tuvimos. El tiempo y la suerte hicieron que ese anhelo se cumpliera de sobra. Conocí a Amelia y a su famoso marido, Fernando Santos de la Parra, para mí lo era, porque mi padre me contaba que era árbitro de Segunda división y luego fue un cargo importante en el Getafe C.F. Ahora la ciudad deportiva del Getafe lleva su nombre, mira si ha sido importante en el equipo azulón.  

Amelia del Castillo en uno de sus entrenamientos con los jugadores del Atlético de Pinto.

Por estas cosas me encanta el fútbol, porque puedes conocer a gente que vale la pena, y además por mi trabajo junto con mis compañeros, alcaldes y concejales, ofrecimos un  merecido reconocimiento a la figura de Amelia, sobre todo la III Gala del deporte de Pinto, donde pude sentir la emoción y la alegría que le causó a Amelia, a su marido y a sus hijas, Gema y Almudena y la “futura presidenta del Pinto, su nieta Sira. Como escribía el redactor de ePinto, Roberto Díaz: “hubo tiempo para las risas, los chascarrillos, los agradecimientos y para la emoción. Amelia del Castillo volvió a demostrar que Pinto y su Atlético de Pinto siguen más vivos que nunca en su corazón”.

Soy uno más de los muchos jugadores que siempre quisieron vestir la camiseta del Pinto, (la del primer equipo en 3º división, como mínimo), y ese anhelo también lo cumplí, un par de partidos nada más, trofeos de verano, pero para mí ya era un triunfo y una emoción difícil de expresar. Jugar con el Pinto, con los jugadores que a veces me dejaban entrenar, era una ilusión y una esperanza. Me sabía las alineaciones del primer equipo, encima les conocía y les acompañaba al reconocimiento médico, a la Federación, pasaba a los vestuarios con ellos, les oía contar sus cosas, enfadarse, reírse, y me daba cuenta de que gracias al fútbol, se podía tener amigos de verdad y para siempre. A día de hoy, son amigos, y eso, amigo, creedme, no tiene precio. Eso es un valor que sustenta a la persona y le da singularidad. Un tesoro de incalculable valor.

Son muchos los jugadores que han vestido los colores rojinegros o blanquinegro a listas horizontales, que destacaban en su época, siendo la mayoría de ellos vecinos de Pinto. Disculpen el atrevimiento, pero, personalmente destacaría a los presidentes, Amelia del Castillo, Pepe Fernández, Inocente Tajuelo y Ricardo Ruiz (por orden cronológico) como aquellos que hicieron crecer y pusieron en valor y ser reconocidos por la geografía madrileña al club Atlético de Pinto (sí, es una opinión subjetiva)

Amelia del Castillo y Pepe Fernández el día de la inauguración del estado Amelia del Castillo durante una entrevista para el mítico canal 33.

Lejos queda la intención de desmerecer a aquellos otros presidentes y juntas directivas, que tuvimos la fortuna de ser directivos o presidir el club, Emilio Yuntas, Antonio García, Antonio Benítez, Gonzalo, Justo… todos lidiaron con la fortuna o la desgracia, que se resume fácilmente en que la pelotita entre y sumemos muchos goles al marcador.

Por otra parte, la economía siempre ha sido un debe en la cuenta de resultados de este club, a pesar de tener unos estupendos gestores como Francisco Díaz Plaza, Benito Amado, Walter, Félix López, Ricardo Ruiz (padre), Manuel Sierra y muchas personas, trabajadores del club en las que había confianza ciega: Deogracias, Justo Melones, Faustino Muñoz, Arturo de la Hera, y tantos otros.  

Foto de familia durante un homenaje a los pioneros del fútbol en Pinto, junto a la fundadora del club y al expresidente, Pepe Fernández.

Un club que ahora no goza de su mejor prestigio ni viste sus mejores galas, pero confiamos en que vuelva a renacer, como tantas otras veces sucedió. Y por supuesto, no nos olvidamos de los auténticos protagonistas, los cientos de jugadores de fútbol de todas las épocas y categorías. Quique Ramos, Lama, Avilés, Eizaguirre, Montes, Toñín, los hermanos León, Rubalcaba, Antonio Dregorio, Miguel Ángel Aguilar, Pedro Andrés, Manuel Megías, Eusebio Rivero “Use”, Pepín, Lucas, Tello, Arévalo, Vega, Cenamor “Tocho”, Carlos Guerrero, Barrero, Roa, Manolo Muñoz, Jaime Turégano, Del Valle, Agustín, …y muchos otros que quedan en el recuerdo y en la memoria de los miles de aficionados que llegó a tener el club. No dejamos de destacar la labor de los técnicos y entrenadores, comenzando por la fundadora del club: Amelia del Castillo, Olivares, Pedro Rus, Emilio Ferreras, Julián Calero, Sandoval, David Gordo, Miguel Ángel Serrano Niño…

Partido de play-off a 3º División entre el Atlético de Pinto y el Barrio del Pilar, en la temporada 98/99.

Esperemos volver a esas mañanas de domingo en el Amelia, en las que te recuerdas de pequeño yendo a por el balón que se había ido tras la portería y devolvérsela al portero del Pinto y animarlos para ayudar al equipo a remontar partidos que parecían imposibles. Como imposible parece olvidarnos del exquisito sabor del vaso de caldo caliente, comprado en el quiosco o bar del campo de fútbol, mientras oías opinar, algo alterados, a los aficionados que discutían entre ellos, acerca de si el entrenador o tal o cual jugador eran unos “negaos” o valían para jugar o entrenar al Pinto. Otra costumbre futbolera, poco afortunada, eso sí, es estar siempre en desacuerdo con el árbitro, que da igual el color de la camiseta que lleve, porque siempre le van a poner “verde”.

El Atlético de Pinto llegó a rozar los 2000 socios durante la presidencia de Ricardo Ruiz.

Y la memoria se llena de esperanza cuando recuerdas ver a los miles de aficionados que acudían en masa cada domingo hasta llenar las gradas del campo municipal, que lleva el mejor nombre posible, Amelia del Castillo. Qué ganas de volver a ver un partido de fútbol en tu pueblo, jugando con gente de tu pueblo.

José Juan López Cuchillo.

El Rincón de Cuchillo (ePinto)

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