Una de las familias hidalgas más importantes de Pinto fueron los Fernández de Soto, procedentes de Extremadura. En 1625 se instalaron en nuestro municipio comprando tierras y aperos, haciéndose agricultores. Eran descendientes de Hernando de Soto, que fue el Adelantado y conquistador de la Florida, gobernador de Cuba y descubridor del Mississippi, donde murió y fue echado a sus aguas. 

Formaron una casa solariega con su blasón, donde figura la leyenda “Armas de los Sotos de las Montañas de Burgos”, referenciando la procedencia de esta familia en la comarca de La Bureba (Burgos). El escudo timbrado y laureado tiene forma francesa y presenta cuatro cuarteles. El primero contiene dos candados abiertos, el segundo cuartel un águila y tres flores de lis en la punta. El tercer cuartel representa a un águila y tres copas en la punta. Y el último cuartel tiene tres candados abiertos.

La marca de automóviles DeSoto, fabricada por Chrysler Corporation de 1928 a 1960, se realizó en honor al explorador español Hernando de Soto y los vehículos llevaban su escudo

Toda la familia Fernández de Soto vivía agrupada en la misma calle, alrededor de la casa grande, llamada Casa del Escudo. Entonces era conocida como calle de Santiago y desde 1910, calle de Edmundo Méric.

En esta casa vivió José Fernández de Soto y Ángela de la Canal, donde nacería su hija Quintina, que posteriormente vivió en otra casa de la misma calle. Su hermano Pepe vivió frente a ella, en la Casa del Escudo, y tenía un gran patio lleno de dompedros en flor.

La Casa del Escudo es una casa señorial que sirvió de residencia de hidalgos. Era un edificio con planta rectangular en torno a un gran patio central al que se accedía desde la calle por un pequeño zaguán que salvaba el cuerpo edificado de la fachada. Por él se realizaba el paso de carruajes hasta el patio interior, en cuya ala posterior se podían identificar las viejas cuadras que apeaban sobre zapatas y pies derechos de madera.

La Casa del Escudo originalmente contaba con dos plantas y un ático ciego con dos pequeños huecos abiertos en los extremos. Las dos plantas presentan balcones, aunque los de la planta baja no tienen plataforma volada y las rejas cierran la totalidad del vano. La rejería es original del siglo XVIII, con diseños sobrios en forma de jaula y divididas en cinco cuerpos horizontales. La reja del balcón superpuesto al portalón de acceso al zaguán muestra una curiosa disposición con una convexidad semicircular que sobresale del vuelo del antepecho. El portalón de acceso era de madera con cuarterones y claveteado y se situaba en uno de los extremos de la casa. La fachada es de fábrica de mampostería con breves verdugadas de ladrillo. La casa fue ampliamente reformada a principios del siglo XIX, siendo revocada simulando sillería rústica, con un despiece diferente para jampas, dinteles y arcos. Los aleros eran de madera con mucho vuelo y las cubiertas de teja a dos aguas.

En 1997 Grupo Egido restaura el edificio, respetando íntegramente su fachada original.

Fotografía anterior a la reforma, cedida por Luis Roldán Jordán

Actualmente el inmueble tiene tres plantas (baja y dos superiores), y está compuesto de 53 apartamentos de uno y dos dormitorios. Todas las ventanas de la fachada presentan un recercado de enfoscado y revoco, y son de forma rectangular, con excepción de las que se abren en la tercera planta, que son cuadradas, no disponiendo además estas últimas de ningún tipo de enrejado. La disposición por eje es de una ventana abierta en cada una de las plantas, salvo los dos centrales, en donde se abren dos en la tercera planta. El escudo que se conserva en el edificio es el escudo original.

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