Uno de los míticos cafés de Pinto, sin lugar a dudas, ha sido el Café Pascuala. Situado en la calle Ramón y Cajal, estaba regentado por la Sra. Pascuala. Cuántas partidas de dominó, de mus y de chinchón se habrán disputado en sus mesas. También fue lugar de celebraciones de bodas y comuniones. Hoy recordamos el principal café de Pinto, centro de reunión de la sociedad pinteña de una época.

Fotografía de 1956. En ella aparecen, entre otros, Consuelo y Guadalupe Garrido, y entre ellas, la señora Pascuala
La señora Pascuala detrás del mostrador de su bar

Entre los famosos que estuvieron en el Pascuala podemos citar al boxeador José Manuel Ibar, «Urtain«, campeón de Europa de pesos pesados en 1970, que vino acompañado por José Mateu para tomar algo. También pasó por allí el cantante «El Fari«, el torero Manuel Benítez, «El Cordobés«, actores de la película «Buenas noticias«, Lola Flores y un largo etcétera.

Eduardo de Galdo, hijo de la señora Pascuala, en el mostrador del «Pascuala»

A la hora del café, el Pascuala se llenaba de vecinos pinteños donde entablaban amistad y charlaban sobre la actualidad. Era el local de reunión de los pinteños. Posteriormente el local fue regentado por el hijo de la señora Pascuala, Eduardo de Galdo, quien tuvo siete hijos: Eduardo, Mercedes, Mariano, Antonio, los gemelos Carlos y Rafa y Loli, quienes ayudaron a llevar el negocio.

Una barra, una escalera de caracol que ascendía al lugar donde estaba la Peña Taurina Martín Sánchez «Pinto», donde se celebraban reuniones y banquetes en honor al diestro pinteño. A alguna de estas citas acudió el actor Pepe Isbert, gran seguidor del «Pinto«. También tenían un cine de verano, donde se proyectaban las películas al aire libre.

Eduardo de Galdo, con chaqueta blanca, junto a los aficionados taurinos. El segundo por la derecha, Martín Sánchez «Pinto», junto al pintor José Puente.
Eduardo de Galdo junto a dos clientes, Julián Cartuli y Menea

Años después se abrió la discoteca «Terpsícore«, en la esquina con la calle Real, que más tarde sería conocida como la discoteca «Kristal«. Entonces el Pascuala se convirtió en un lugar frecuentado por los jóvenes, que jugaban al futbolín o veían los partidos de fútbol. Era la cita previa para entrar a la Kristal. Siempre que el Real Madrid marcaba un gol, Eduardo ponía orgulloso el himno madridista a todo volumen en su local. Eran famosos los higaditos que hacía Rafaela, las gambas al ajillo, los bocadillos de calamares, de salchichas, las tortillas de patata, …

Su última apertura fue el 31 de diciembre de 1997. Sin duda, un establecimiento mítico y lleno de recuerdos para varias generaciones de pinteños y pinteñas.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí