Pinto ha sido un pueblo eminentemente agrícola y ganadero. Y buena muestra de ello es esta fotografía inédita en placa de vidrio estereoscópica que buscaban el efecto 3D, realizada por don Aurelio de Colmenares y Orgaz, conde de Polentinos, a finales del XIX o principios del XX. Sabemos que está tomada en una de las calles de Pinto, pero no hemos podido localizar en cuál de ellas.

Por ello no nos debe sorprender que, por ejemplo, junto a la Fuente Nueva, reconstruida en piedra en 1887 por orden del alcalde Pedro Rubín de Celis, hubiera un pilón de hierro conocido como «El Pilón de las Mulas«. El pilón de piedra, que aún perdura, se comunicaba con otro pilón metálico de gran tamaño, a través de un fuerte tubo de hierro que los chicos de entonces usaban para dar volteretas.

Se decía que en las fiestas del pueblo, a las que también acudían grupos de mozos forasteros, cuando alguno de ellos entablaba relaciones con alguna moza pinteña, el mozo forastero estaba obligado a pagar el llamado «alboroque«, es decir, a invitar al grupo de mozos pinteños que lo exigía, y en caso de resistirse, el mozo era bañado en el pilón de la fuente del Egido.

Este pilón desapareció en abril de 1953. El alcalde Felipe Noain y los concejales de Pinto acordaron quitarlo y proceder a su venta ante la inminente visita del ministro al Grupo Escolar «Onésimo Redondo«. También se acordó repoblar de árboles el lugar que ocupaba el pilón y reparar el piso de la fuente. Asimismo, también se limpió el arroyo de los Prados y se colocó una farola sobre la fuente del Egido. Además de echar carbonilla a lo largo de todo el paseo. Había que adecentar el municipio ante una visita tan importante.

Pero Pinto necesitaba abrevaderos y ante la desaparición del pilón de la Fuente Nueva del Egido, cuestión que podría acarrear perjuicios a los ganados, se acordó por unanimidad hacer urgentemente dos nuevos abrevaderos:

El primer abrevadero sería para caballerías mayores y estaría situado en la parte posterior del Matadero. El Matadero fue inaugurado en julio de 1884 en el parque del Egido y fue costeado por Edmundo Méric, propietario de la Compañía Colonial. Este Matadero fue clausurado en 1972 por carecer de las garantías sanitarias, al estar «en un estado deplorable«. Fue sustituido por el matadero frigorífico que el Ayuntamiento de Getafe acababa de inaugurar en aquellas fechas, a seis kilómetros de Pinto.

El segundo abrevadero sería mixto, para caballerías y ganado lanar y cabrío, y estuvo situado junto al puente grande, frente a La Floralia y al antiguo Cuartel de la Guardia Civil. Estaría situado próximo a la actual plaza de la Asunción.

Otro de los abrevaderos fue el titulado «Abrevadero del Puente de la Concepción«. En 1943 el concejal Francisco de Galdo propuso que se pusiera un cartel prohibiendo que se lavase y fregase en aquellas aguas, ya que como abrevadero de ganados había de conservar sus aguas limpias. La propuesta quedó aprobada, sancionándose con multa a quienes lo incumplieran.

El mismo concejal, un año más tarde, afirma que en dicho abrevadero los chicos se dedican a llenarlo de piedras y algunas mujeres lavan las ropas, y en aquellas condiciones los ganados no podían beber, rogando a la Presidencia a tomar las medidas oportunas para evitar tales males.

La Presidencia dio las órdenes oportunas para que los Agentes Municipales vigilaran la zona y pusieran multas, de cinco a quince pesetas, a aquellos que lavasen o tirasen piedras en aquel abrevadero.

En 1952 el concejal Emilio Batres Folgosa solicitó que dicho abrevadero, situado en la calle de la Concepción, fuera limpiado. El alcalde se comprometió a solucionarlo con la máxima urgencia.

El nuevo abrevadero de la Plaza de las Mercedes

En el verano de 1963, siendo alcalde de la villa de Pinto Maximiliano Valiñani, se acordó construir, siguiendo indicaciones de la Dirección General de Vías Pecuarias y Ganadería, un nuevo abrevadero en la Cañada Real de la Mesta y Camino de Toledo.

El abrevadero se situaría en la Plaza de las Mercedes, y entendemos que sería uno nuevo en el mismo emplazamiento del anterior, llamado del Puente de la Concepción . También se acordó reparar el Puente y canalizar el Arroyo de la Cañada. Las obras fueron adjudicadas a los señores Vaquero y Castro por un importe total de 59.722,59 pesetas, de las que 51.854,69 ptas. corrían a cargo de la subvención de la Dirección General de Ganadería y el resto a los fondos municipales.

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